Muchos estudios confirman los beneficios de dormir con el bebé. Pero para que las noches con el bebé sean tranquilas y seguras conviene seguir una serie de reglas.

Cada vez más padres deciden dormir con sus pequeños por la noche y traerlos a la habitación del matrimonio, al menos los primeros meses.

Actualmente los expertos creen que esta proximidad es positiva, no solo para la tranquilidad de los padres sino también para el bienestar del bebé, pues les ayuda a sincronizar sus biorritmos con los de sus padres.

Además, la práctica de dormir con tu bebé, más conocida como colecho o cama familiar, ayuda a reforzar ese vínculo especial entre el bebé y sus padres.

Con unos pocos trucos, no solo es posible sino también recomendable, dormir con tu hijo, compartiendo dulces momentos de intimidad y llegando a conocerse mejor, respiración tras respiración y noche tras noche.

¡NUNCA EN LA CAMA GRANDE!

Dormir con el bebé en vuestra cama de matrimonio, acostado entre ambos, no se recomienda por los riesgos que implica, sobre todo en los primeros meses de vida: aplastamientos, caídas accidentales e incluso asfixia, peligros que aumentan en el caso de recién nacidos.

Mucho mejor es optar por una cuna que pueda colocarse cerca de la cama o que se acople a ella: además de favorecer la cercanía, resulta cómoda para dar el pecho, permite que todo el mundo tenga su espacio y el bebé está seguro.

NADA DE FUMAR NI DE OLORES FUERTES.

El colecho no se recomienda si mamá o papá fuman. El humo se impregna en el aliento y en la ropa, y su proximidad prolongada a los pequeños puede ser perjudicial para su salud.

También se recomienda evitar lociones, cremas corporales o lacas con perfumes fuertes.

De manera que di sí al colecho pero siempre vigilando la seguridad y el confort.