Todos los mamíferos, desde el conejito hasta el caballo, hasta el cachorro humano, necesitan dormir. En los mamíferos, las horas correctas de sueño están garantizadas por la alternancia de luz y oscuridad. Pero en las primeras semanas de vida, el recién nacido todavía no distingue entre el día y la noche, y esto llevará algunos meses.

Aquí os dejamos los ritmos de sueño normales de los niños:

  • En el primer mes de vida, un recién nacido duerme entre 16 y 18 horas al día y un sueño consecutivo solo dura de 3 a 4 horas, luego se despierta.
  • A partir de los 2-3 meses de vida, el recién nacido tiende a aumentar las horas de sueño nocturno hasta 5-6 horas consecutivas y a limitar los despertares nocturnos debido al hambre.
  • Poco a poco, a partir de los 6 meses, el bebé tenderá a descansar más horas por la noche.
  • A los 1-2 años, el niño debe dormir entre 14 y 11 horas distribuidas entre la noche y el día.
  • En preescolar entre 12 y 10 horas.
  • Hasta 3-4 años es aconsejable mantener el hábito de la siesta de la tarde.
  • No menos de 10-9 horas entre 6 y 13 años.

POR QUÉ NECESITAMOS DORMIR:

El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo, funciona más que todos los demás órganos e inevitablemente produce muchos más desechos tóxicos que todos los demás. La acumulación de estas sustancias y la recepción de numerosos estímulos generan una necesidad gradual y progresiva de descansar. Para volver a la plena eficiencia, el cerebro necesita dormir. Por lo tanto, dormir es una necesidad fundamental para nuestra supervivencia y bienestar, tan importante como comer y beber.

QUÉ PASA MIENTRAS DORMIMOS:

Durante el descanso, el cerebro realmente no está descansando del todo. Cuando dormimos, algunas áreas del cerebro, que se usan para despertar y para la conciencia, se «apagan» creando una barrera entre nosotros y los estímulos externos. Al mismo tiempo, las neuronas de otras áreas del cerebro se activan y comienzan a funcionar: Su trabajo es eliminar el desecho y las sustancias tóxicas producidas durante la actividad de vigilancia, y seleccionar la información importante que el cerebro recompensa como «más usado «(fase REM) mientras débil, se eliminan los» menos utilizados «(fase no REM). Este trabajo solo puede realizarse de noche, porque durante el día el cerebro se dedica a muchas otras actividades.

POR QUÉ EL DESCANSO ES FUNDAMENTAL PARA TODOS, ESPECIALMENTE PARA LOS NIÑOS:

Si el niño ha dormido en el momento adecuado, su cerebro habrá sufrido una limpieza completa, esencial para estar de buen humor, concentrado y capaz de lidiar con las emociones durante el día. Además, el sueño adecuado en el bebé garantiza el desarrollo de procesos de aprendizaje y construcción de memoria, funciones valiosas y fundamentales para el crecimiento. Cuando el niño abre los ojos por la mañana, estará de buen humor, curioso por afrontar el día y descubrir muchas cosas nuevas, podrá concentrarse en las actividades que generalmente realiza y podrá relacionarse con sus padres, con los profesores. y con tus compañeros.